En el documental “de nens” (2003) Joaquín Jordá filma el proceso judicial contra los acusados en el conocido mediáticamente como “caso del Raval”, en el que se acusaba a seis habitantes de la célebre demarcación barcelonesa de pederastia y de tráfico de niños. Introduce magistralmente al espectador en otras tantas problemáticas que derivan del germen argumental. Paralelamente a las escenas del proceso contra los acusados (somos testigos de un juicio perdido de antemano por los acusados, de la desidia y desgana con la que los miembros de la magistratura afrontan el proceso, así como del maniqueo y demagógico tratamiento informativo que la prensa ofrece del acto), nos va mostrando fragmentos del contemporáneo proceso de higienización urbanística impulsado por el ayuntamiento en el barrio del Raval. Poco a poco va entretejiendo ambas historias y llegamos a la cruda conclusión: ciertas instancias de poder conjuradas con la asociación de vecinos oficialista se amparan en tal escándalo, de manifiesta inconsistencia acusatoria (no hay pruebas palmarias y el procedimiento policial parece cuestionable), para justificar ciertas intervenciones urbanísticas (apertura de la Rambla del Raval).Se hace pues explícita una relación entre poder, higienización urbana y destrucción de la fenomenología de lo urbano.
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